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En la infancia, son normales los ataques de agresividad. Las conductas agresivas son conductas intencionadas que pueden causar daño, ya sea físico o psíquico.

Conductas como pegarle a los demás niños, ofenderlos, burlarse de ellos, tener rabietas o usar palabras inadecuadas para llamar la atención forman parte de la agresividad infantil. Cuando algunos niños persisten en su conducta agresiva y son incapaces de controlar su mal genio, pueden sentirse frustrados, causando sufrimiento y el rechazo de los demás.

¿Por qué algunos niños presentan una conducta agresiva?

Según los expertos, la frustración es un precedente para que se desarrollen conductas agresivas en los niños. El comportamiento agresivo del niño es normal, pero el problema es saber controlarlo. Muchas veces, el niño provoca a un adulto para que él pueda intervenir en su lugar y controlar sus impulsos agresivos, ya que no puede con todo.

Por eso, el niño necesita de un «no hagas eso» o «para con eso». En varias ocasiones son los mismos niños los que solicitan una riña. Es como si pidieran prestado un control a su padre o a su madre. Del mismo modo que los padres enseñan a caminar, a hablar o a comer a sus hijos, deben enseñarles también a controlar su agresividad.

¿Cómo controlar la conducta agresiva del niño?

A continuación te dejamos algunos tips para que puedas identificar y controlar las conductas agresivas en los niños:

  • Hay que tener cuidado para no devolver su agresividad con otra agresividad. La teoría del aprendizaje social afirma que las conductas agresivas pueden aprenderse por imitación u observación. Es muy importante, por ejemplo, que el niño tenga y encuentre un buen modelo en sus padres y familiares.
  • Los niños se relacionan con los demás de la misma forma que lo hacen sus padres y familiares. Si ellos mantienen una relación tranquila con los demás, el niño se portará del mismo modo delante de sus amiguitos. Si la relación es más bien hostil, probablemente el niño seguirá ese modelo de comportamiento.
  • Educar a los niños es una tarea difícil, que requiere trabajo. Es muy importante establecer un consenso entre los padres y familiares para que en la educación del niño no ocurran fallos de doble comunicación. Si uno de los padres permite todo y el otro nada, eso confundirá al niño y probablemente le produzca una actitud de rebeldía, que lógicamente va en contravía en la intención de controlar su agresividad.

Tal vez, tu tengas otras opiniones y alternativas para controlar la agresividad en los niños. Si es así, por favor, escríbelas en los comentarios.

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