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Una pregunta que se hacen constantemente la mayoría de padres, por la implicación directa que genera en la relación con sus hijos, es cómo afrontar la difícil etapa de adolescencia, etapa que en la mayoría de los casos se refleja con actos de rebeldía, alejamientos e incluso oposición a los padres.

La adolescencia inicia a partir de los 13 años y va más allá de los cambios físicos; como los rasgos, el cuerpo, la voz… etc. Se presentan modificaciones en los comportamientos, emociones y conductas, que mezclan actitudes infantiles y juveniles. Y es importante entender que este proceso de madurez, que afrontamos todos los seres humanos, y que tú como padre/madre puedes aprender a sobrellevar, afrontando los retos que esto supone y así mismo los ayudes a convertirse en adultos responsables y equilibrados. Acá te enseñamos ocho concejos para tener en cuenta:

  1. Paciencia y el doble de apoyo:

    Mantener la calma a pesar del rechazo que se pueda presentar. Su inseguridad y baja autoestima pueden generar un ambiente de agresividad y cambios de humor repentinos. Evitando enfrentamientos puedes aportarle una opinión madura, acompañada de un cariño incondicional.

  2. Escucha y pregunta:

    Notarás su aislamiento y evasión a las conversaciones contigo. Por eso es importante aprovechar el momento en que se decida a contarte algo, para que se sienta escuchado y sin juzgar, pregúntale cómo se siente, pídele su opinión y demuéstrale que te interesa lo que piensa.

  3. Fomenta el razonamiento lógico y el respeto:

    A pesar de los rápidos cambios físicos, su capacidad de tomar decisiones y actuaciones lógicas, no avanzan de la misma rapidez. Trabaja junto a él para que desarrolle un pensamiento razonado y un respeto tanto para sí mismo como para quienes lo rodea.

  4. Trabaja la responsabilidad:

    Si das a tu hijo ciertas responsabilidades, teniendo en cuenta su grado de madurez y a sus capacidades, le mostrarás que empiezas a tratarle como un adulto y ayudarás a su desarrollo psicológico y a la adquisición de valores.

  5. Involúcrate en su educación:

    Mantente al tanto de sus avances escolares, apoya su esfuerzo y destaca sus capacidades y destrezas. El fracaso escolar es uno de los peligros de esta etapa y tu labor es importante para evitarlo, por eso puedes controlar especialmente que mantenga rutinas en casa que complementen el trabajo de aula, así puedes mantener un ritmo positivo y un interés en sus estudios. También es importante que lo ayudes en la toma de decisiones respecto a sus estudios y su futuro laboral.

  6. Mantén normas:

    A pesar de la libertad que le puedas brindar, es importante que mantengas unas reglas y rutinas que ayudarán a establecer una estructura de seguridad que el adolescente necesita. Siempre son bienvenidas sus sugerencias y permitir la negociación sobre alguna de las normas, te ayudará en fomentar la confianza que tiene sobre ti. No lo presiones y tampoco le crees expectativas demasiado altas que no pueda alcanzar. Enséñale que el fracaso es parte del aprendizaje, así mismo el castigo, en caso de comportamientos inadecuados, debe ser razonable y constructivo.

  7. Cuida su salud:

    La alimentación es vital, igual que el descanso adecuado, foméntale el ejercicio físico y hábitos alimenticios adecuados. Mantente pendiente de cualquier cambio físico que pueda reflejar su estado emocional, como adelgazar o aumentar de peso de manera muy rápida.

  8. Vigila sus comportamientos:

    Las adicciones, trastornos alimenticios, el acercamiento al alcohol y las drogas son más propensos a esta edad. Fíjate en comportamientos preocupantes en la actitud de tu hijo y coméntaselo con naturalidad. Si tienes dudas y lo consideras necesario, consulta con el colegio y busca ayuda de un psicólogo.

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